Aun en fase preclínica, el medicamento se dirige a las células que son responsables directas del daño del cartílago en las articulaciones afectadas
La artritis reumatoide podría tener a corto plazo una nueva familia de medicamentos. Un equipo del Instituto La Jolla y de la Universidad de California (EE.UU.) ha identificado una nueva diana terapéutica que se dirige a las células que son responsables directas del daño del cartílago en las articulaciones afectadas característico de la artritis reumatoide. Los resultados, que se publican en «Science Translational Medicine», podrían abrir la puerta a una nueva clase de medicamentos que impida específicamente el daño articular y sería una esperanza para los pacientes que no responden a los tratamientos disponibles.
La mayoría de los tratamientos para la artritis reumatoide se dirigen a los síntomas debilitantes, a la inflamación y a ralentizar la progresión de la enfermedad. «Desafortunadamente, en alrededor del 40% de los pacientes las terapias inmunes dirigidas no son suficientes para revertir la enfermedad», señala Nunzio Bottini, profesor asociado en el Instituto de La Jolla y en la Universidad de California en San Diego. «Si pudiéramos añadir un fármaco que actúe sobre una diana diferente sería algo muy valioso».
Calidad de vida
La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica autoinmune, lo cual significa que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano. Afecta principalmente a las articulaciones y es más frecuente en mujeres. Suele aparecer en la edad media de vida con síntomas muy incapacitantes: rigidez de las articulaciones al despertarse, dolor articular, problemas de movimiento y deformidad de las articulaciones. La enfermedad representa un gran costo socioeconómico y un impacto adverso en la calidad de vida de los pacientes. A pesar del gran desarrollo alcanzado en los últimos años en su tratamiento, es necesario el descubrimiento de nuevos fármacos más eficaces y específicos.
El ataque del sistema inmune en el propio tejido provoca una inflamación dolorosa crónica en las articulaciones afectadas. «Incluso si la inflamación está bajo control con la ayuda de las terapias actuales se mantiene el daño en la estructura del esqueleto porque los fibroblasto tipo sinoviocitos -células especializadas- siguen actuando», explica Bottini. Y aunque los sinoviocitos se consideran los principales causantes de daño del cartílago en la artritis reumatoide, «no hay una terapia dirigida contra este tipo de células».
Los investigadores han investigado en las cascadas de señalización intracelular y han identificado un grupo de enzimas conocidas como quinasas, fosfatasas, que pueden ser claves en la enfermedad. En concreto descubrieron una enzima, RPTPσ, clave en la artritis reumatoide.
Modelo preclínico
Para Gary S. Firestein, este enfoque abre la posibilidad de mejorar los síntomas y disminuir el daño articular, mientras que podría evitar cualquier efecto negativo sobre la respuesta inmune normal y la susceptibilidad a las infecciones. Los investigadores está actualmente probando la eficacia en modelos preclínicos la combinación de este agente con otros fármacos. «El objetivo final es utilizar productos biológicos que se dirijan a los sinoviocitos en combinación con los tratamientos que inhiben el sistema inmunitario, como el metotrexato o anti-TNF, para hacer frente a los tres aspectos de la artritis reumatoide: hinchazón de las articulaciones, inflamación, daño en el cartílago y en los huesos».
Fuente: Abc.es